La capital del imperio es muchas ciudades a la vez y también muchos tiempos. Desde el imponente Coliseo hasta los majestuosos Museos Vaticanos, cada paso es un viaje a través de la historia y la elegancia. La Fontana di Trevi y sus deseos susurrados al viento, la Piazza Navona, el Vaticano y un sinfín de escenarios increíbles que combinan la mística de la ciudad eterna con los sabores más exquisitos. Arte, tradición y exclusividad; el destino de los hombres, el lugar al que conducen todos los caminos.