Pueblos colgados del acantilado de cara al Mediterráneo; un mosaico de colores vibrantes reflejándose en el agua. Es necesario recorrer los senderos que abrazan la costa de Liguria para llegar a estos pintorescos escenarios que parecen salidos de una novela. En Riomaggiore, Manarola, Corniglia, Vernazza y Monterosso al Mare los sabores que nacen del mar y de la tierra cobran una dimensión diferente. Descubrirlos es una experiencia exquisita e inolvidable.